jueves, 16 de febrero de 2012

¡Riiiing!. Suena el timbre, el último y esperado timbre, ese timbre que desde el mes de septiembre todo alumno esperamos. Hoy es 22 de junio, y por fin comienza el verano. Un verano adolescente, lleno de locura, celos, amistades, desengaños, amor, aventuras y traiciones.


 Capítulo 1

-"¡Por fin!", grita Sofía al salir de la última clase. "¡Somos libres!", dice su mejor amiga Alexandra que sale detrás de ella. Las dos llevan una gran sonrisa en la cara, pero claro, es normal, por delante les quedan 3 intensos meses que vivir. La sonrisa de pronto se les borra, ambas ven que se ha formado un corro de gente, parece que hay una pelea. "¡Dale fuerte, tío!, ¡dale Íker!", al oír esto ambas corren a ver que está pasando. Es lo que se temían, Íker, el mejor amigo de Alexandra y el chico que desde hace tiempo le gusta a Sofía se está peleando con el chulo de clase, ese chico popular que no le cae bien a nadie pero que vuelve a todas las chicas locas, sin saber como ni por qué. Íker y Diego estaban tirados en el suelo, dándose golpes a diestro y siniestro. "¡Parad par de brutos!, ¡qué paréis he dicho!" gritó en vano Alexandra. "Quedaros quietos de una vez, ¡joder!". Al ver que no le hacían caso Alexandra o Ale, como la solían llamar se metió en medio de los dos, se llevó a Íker, su mejor amigo. 
-¿Qué coño haces?, te podía haber partido la boca -replicó Ale-.
-Déjame Ale, que tú no entiendes nada.
-No, no entiendo nada, así que ya me lo puedes estar explicando. ¿Por qué os habéis peleado?
-Estábamos en clase y me dijo que me iba a partir la boca como tocase a Sofía, le dije que bajase de la nube, que ella estaba colada por mí, y me dijo que me iba a partir la boca al salir.
-Pues la verdad, poco le ha faltado para hacerlo. ¿Estás bien?
-Sí, no te preocupes. El Diego ese habla mucho, pero tiene menos fuerza que una nena de 8 años. ¿Y Sofía?
-Está hablando con Diego, espera que la llamo.¡Sofía! -grita-. ¡Ven!, que nos vamos para casa.
Cuando Sofía vuelve con ellos, se van a la parada del bus, para volver a casa. Van hablando de sus cosas y ya se les ha pasado el mal rato de la pelea.
-Yo me bajo aquí, tengo que comprar unas cosas antes de ir a casa, nos vemos luego -dice Ale, despidiéndose-, luego te llamo Sofía, hasta luego.
Cuando Ale baja del autobús Sofía e Íker se quedan solos, hasta ahora siempre habían estados acompañados por Ale por lo que ahora estaban ambos un poco cortados, y el silencio se les hacía algo incómodo.
-Oye..., ¿por qué te has peleado con Diego?, no me lo ha querido decir -le pregunta Sofía-.
-Por nada, piques tontos, ya sabes.
-¿Piques tontos?, tontos vosotros, que si no os separa Ale os veo en el hospital a los dos.
-Mujeres... Sois unas exageradas, tampoco ha sido para tanto Sofía.
-Bueno, ahora dime en serio, ¿que ha pasado?.
-Bah, fue por una tía. Me dijo que si la tocaba me partía la boca. -El bus para y bajan de él- ¿Te acompaño a casa?
-Como quieras -dice la chica sin poder evitar sonreirle-. Bueno, y ¿qué piensas hacer con la chica esa? -pregunta con algo de pena, sin saber muy bien si quiere escuchar la respuesta-.
-Supongo que haré lo que tenía pensado, no le voy a hacer caso a ese payaso.
-¿Y qué tenías pensado?
-Pues... -el chico mantiene la mirada fija sobre ella, con una expresión seria, mientras tanto ella esta visiblemente nerviosa, no entiende por qué de repente se ha puesto así-, ¿qué te gustaría a ti que hiciese? -le susurra, acercándose a ella, mientras le aparta el pelo de la cara tras su oreja con delicadeza, mirándola mientras tanto a los ojos-
-¿Por...por qué me lo preguntas a mi? -tartamudea nerviosa, sin comprender nada-.

No hay comentarios:

Publicar un comentario